EVANGELIO DÍA 1 DE NOVIEMBE




Al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó y se acercaron sus discípulos y Él se puso a hablar enseñándoles: “Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por Mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo”.
(Mateo 5, 1-12ª)

MEDITACIÓN

Señor, las Bienaventuranzas que salieron de Tu boca, son auténticas realidades vivas en la gran asamblea de todos los Santos que hoy celebramos. Con ellas, me invitas a no estar apegado a las riquezas, ser limpio de corazón, amante de la paz y la justicia.... . Todo, hasta que como todos los Santos, sea bienaventurado plenamente.



© Todos los derechos reservados. Orden del Temple, 2.009