CONFIANZA Y ABANDONO EN LOS BRAZOS DE DIOS

No te agobies por nada, ponte en manos del Señor, dispuesto a dejarle hacer. No quieras nada más que lo que Él quiera. Abre tu alma a la acción del Espíritu Santo y sé dócil a cualquier inspiración por pequeña que sea. Acude continuamente al Señor sintiéndote pobre, pequeño y necesitado.