EVANGELIO DÍA 9 DE MARZO



En aquel tiempo dijo Jesús: “No practiquéis vuestra religión delante de los demás sólo para que os vean. Si hacéis eso, no obtendréis ninguna recompensa de vuestro Padre que está en el  cielo. Por tanto, cuando ayudes a los necesitados no lo publiques a los cuatro vientos, como hacen los hipócritas en las Sinagogas y en las calles para que la ente los elogie. Os aseguro que con eso, ya tienen su recompensa. Tú, por el contrario, cuando ayudes a los necesitados, no se lo cuentes siquiera a tu más íntimo amigo. Hazlo en secreto y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará tu recompensa. Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las Sinagogas y en las esquinas de las plazas para que las gentes los vean. Os aseguro, que con eso ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora en secreto a tu Padre. Y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará tu recompensa. Cuando ayunéis, no pongáis el gesto compungido, como los hipócritas, que aparentan aflicción para que las gentes vean que están ayunando. Os aseguro que con eso ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, lávate la cara y arréglate bien, para que la gente no advierta que estás ayunando. Solamente lo sabrá tu Padre, que está a solas contigo y Él te dará tu recompensa”.
(Mateo 6, 1-6, 16-18)

MEDITACIÓN

Un ayuno que puede ayudar en estos tiempos es el ayuno de a mirada hacia fuera. Explora en tu propio corazón. Ayuna las palabras que hacen daño y que pueden evitarse. Ayuda a recoger tu yo profundo que necesita ratos de intimidad y secretos con Dios para escucharle y hablarle de tantas cosas.....

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