TIEMPO DE REFLEXIÓN



Autora: Hna. L.G.+ 

Una mañana del 14 de septiembre del 2.007 a las 10:30 hrs., el senador Chambers ingresa en la corte del condado de Douglas y a todos los presentes deja asombrados. ¿La causa?.
Abre un proceso judicial contra Dios y le exige que cese de provocar tanto terror en el mundo.
Acusa a Dios de ser el causante de todas las calamidades que azotan el mundo: Guerras genocidas, inundaciones, terremotos, huracanes, volcanes que entran en erupción, plagas, pestes, hambre, delincuencia, drogadicción, terrorismo, etc.
Este hombre representa al típico hombre moderno e irreverente que niega y/o acusa a Dios, y la preocupación del ser humano por todo lo que está pasando.
Para mucho nos parece inverosímil la actitud de esta persona, pero, ¿acaso es el único que tiene estos conceptos?, ¿no escuchamos en las conversaciones cotidianas a personas que hacen lo mismo?... acusan a Dios de todo lo que está pasando.
Lo que sí es bien cierto es que algo extraño está pasando en nuestro planeta y únicamente no ve el que no quiere ver.
No es normal lo que está sucediendo, pues algo parece haberse salido del control humano y se aproxima lenta pero inexorablemente.
El autor Alejandro Bullón, no está tratando de ser alarmista, ni desea solazarse con el miedo y la desesperación, más bien diría yo, es un llamado a la conciencia de todos para que en lugar de especular, detenernos y comenzar a recordar, cuándo el hombre en una actitud confusa, perdió la perspectiva y se lanzó  a una carrera desenfrenada, sin control ni brújula, entremezclando los valores y los anti valores.
¿Cómo explicar que haya tanto odio sólo porque alguien no es de nuestra misma raza, color , credo, procedencia?.
¿Cómo entender que alguien se crea superior y extermine a poblaciones enteras erigiéndose en juez y verdugo?.
¿Cómo comprender la mentalidad de aquellos que trafican con las personas, vendiendo sus órganos, induciéndolos a vender sus cuerpos o intoxicándolos con drogas?.
¿Por qué el hombre unas veces se muestra cínico, indiferente, vil y codicioso; y otras veces es conmovedoramente generoso, fraterno, solidario, preocupado por lo que les ocurre a los demás?.
¿Por qué el hombre en un afán desquiciado, no vacila en pisotear la dignidad de los demás para alcanzar el poder, haciéndose groseramente más rico a expensas de la explotación y el abuso de aquellos que trabajan y luchan para sacar adelante sus hogares, negándoles el derecho de vivir recibiendo el respeto que se merecen como hijos de Dios?.
¿Por qué los gobiernos no se preocupan por luchar a brazo partido, escuchando a quienes levantan su voz de protesta al ver que cada día se depredan bosques, se contaminan las aguas, se satura el aire con gases que van destruyendo la vida?
¿Por qué nos hacemos de la vista gorda cuando cada día comprobamos que la delincuencia y la corrupción van de la mano; y con impotencia vemos que leyes protegen al que quebranta la ley, y el que tiene la razón queda desprotegido?.
¿Por qué la violencia es el pan de cada día, ya no sólo en las calles sino también en los hogares, en los colegios, en la instituciones?.
Hermanos, es tiempo de escudriñar nuestros corazones y preguntarnos luego, ¿en qué momento dejamos que el mal se apoderara de nuestras vidas?.
Hay algo que se está aproximando, recordemos lo que nuestro amado Jesús dijo a sus discípulos y nos lo recuerda en el evangelio de San Mateo (Cap. 24, 32 - 35.)
"Aprendan esta enseñanza de la higuera, cuando sus ramas se ponen tiernas y brotan sus hojas, se dan cuenta ustedes que ya el verano esta cerca. De la misma manera, cuando vean todo esto, sepan que el Hijo del Hombre ya está a la puerta. Les aseguro que todo esto sucederá antes de que muera la gente de este tiempo. El Cielo y la Tierra dejarán de existir, pero mis palabras no dejarán de cumplirse".
Pregúntate, ¿qué es lo que está cerca?; piensa, medita y cambia tu vida, que si cada uno así lo hacemos, podemos transformar el destino de nuestro planeta, haciendo de él un hogar para todos, y como hijos de Dios, recuperemos lo que una vez recibimos y dejamos olvidado en algún recodo del camino. ¡¡¡Ánimo y adelante!!!!

                                                                                     N.N.D.
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