EVANGELIO DÍA 22 DE ENERO



Después entró Jesús en una casa y se juntó de nuevo tanta gente, que no podían comer Él y sus discípulos. Al saber que estaba allí, los parientes de Jesús acudieron a llevárselo pues decían que se había vuelto loco.

(Marcos 3, 20-21)



MEDITACIÓN



No hay peor ceguera que la de los que están más cerca. Tu propia familia no logra entender tus potencialidades, tus amigos o compañeros de trabajo te previenen de “dónde te estás metiendo”. Pues lo mismo ha sucedido siempre con los santos, ya que muy pocos han sido reconocidos como tales por sus más cercanos e incluso la Iglesia los mira con desconfianza. Los parientes de Jesús le consideran un loco, sin embargo, muchos acuden a Él. Abre bien los ojos, para percatarte de quien cerca de ti puede ser alguien especial y aún no te has percatado.



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