EVANGELIO DÍA 21 DE NOVIEMBRE



En aquel tiempo, la gente estaba allí mirando y hasta las autoridades se burlaban de Él diciendo: “Salvó a otros ¡que se salve a sí mismo ahora, si de veras es el Mesías de Dios y su escogido!”. Los soldados también se burlaban de Jesús, se acercaban a Él y le daban de beber vino agrio, diciéndole: “Si eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo!”. Y sobre su cabeza había un letrero que decía: “Este es el rey de los judíos”. Uno de los malhechores allí colgados le insultaba diciéndole: “¡Si tú eres el Mesías sálvate a ti mismo y sálvanos a nosotros!”. Pero el otro reprendió a su compañero diciendo: “¿No temes a Dios, tú que estás sufriendo el mismo castigo?. Nosotros padecemos con toda razón pues recibimos el justo pago de nuestros actos, pero éste no ha hecho nada malo”. Luego añadió: “Jesús, acuérdate de mí cuando comiences a reinar”. Jesús le contestó: “Te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso”.

(Lucas 23, 35-43)



MEDITACIÓN



La cuestión que nos plantea este Evangelio es muy significativa: ¿Qué clase personas, mujeres, minorías, marginados, permitimos que sean objeto de burla en nuestra presencia?. ¿A quienes no defendemos y por tanto menospreciamos?. Estos son los que permitimos que hoy sean crucificados.



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