LOS SIETE PRINCIPIOS HERMÉTICOS (VI)




El Principio de la Polaridad.

Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse.

Este Principio, encierra la verdad de que todo es dual, todo tiene dos polos: positivo o negativo; afirmaciones que son de otros axiomas herméticos. Explica y dilucida de las antiguas paradojas, que literalmente decían: “La tesis y la antítesis son idénticas en naturaleza, diferido solo en grado”; “los opuestos son idénticos en realidad, diferenciándose en su gradación”; “los pares de opuestos pueden conciliarse, los extremos se tocan”; “todo es y no es al mismo tiempo”. “Todo es relativo”.

Este Principio explica que en cada cosa hay dos polos, dos aspectos, y que los opuestos no son, en realidad, sino los dos extremos de la misma cosa, consistiendo la diferencia, simplemente, en diversos grados entre ambos. Cuando calentamos agua y lo congelamos, son dos caras de la misma moneda, consistiendo la diferencia, en el movimiento que tengan las moléculas. En un termómetro, ¿donde empieza el calor y donde termina el frío?. No hay nada que sea calor o frío absoluto, en realidad, existen diversos grados y se manifiesta en polos opuestos, que lo llamaremos calor o frío.

El mismo principio opera de idéntica manera en el plano mental. Tomemos por ejemplo, el amor y el odio; dos estados completamente distintos aparentemente, y notaremos que hay muchos grados entre ambos. Todas no son más que gradaciones de un mismo sentimiento, como lo comprenderemos cuando meditemos sobre ello.

Y aún más que esto, es posible cambiar o transmutar las vibraciones de odio por vibraciones de amor, en la propia mente y en la de los demás, lo que tendremos que realizar cada momento de nuestra vida. El mismo principio se manifiesta en la luz y la oscuridad. El “bien” y el “mal”, que son polaridades opuestas de la misma energía. ¿Dónde termina la oscuridad y donde empieza la luz?. Como miembros de la Orden del Temple, tenemos que aprender a transmutar la esa energía, comprendiendo que tipo de energía es, entendiéndola por qué circula a nuestro alrededor y en nuestro ser, para posteriormente, una vez que la entendamos, nos mentalicemos en que esa energía se transforma en positiva y devolverla a su emisor, pero transformada en amor. En una palabra, el “arte de polarizar”, se convierte en una fase de Alquimia mental, conocida y practicada por los antiguos y modernos Maestros herméticos.


(continuará)


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