CAMINANDO POR EL CÍRCULO (IV)



Para guardar el equilibrio, ambos son necesarios: Es preciso, pues, ser un círculo con un punto central. El alma, el corazón están representados por el círculo. El Espíritu, el intelecto están representados por el radio que sale del punto central. El punto y el círculo son también, por consiguiente, el amor y la sabiduría. El que no tiene más que el amor no ha encontrado todavía el punto: Está disperso por todas partes. El que tiene únicamente la sabiduría es un punto sin círculo alrededor de él; es orgulloso, está solo, es como un jefe sin soldados, sin ejércitos a quienes mandar.

En Astrología, el Sol se representa por un círculo con un punto central. Esta figura se encuentra por todas partes en la Naturaleza, desde el Sistema Solar hasta el átomo.

En Biología, la célula está formada de un núcleo llamada citoplasma, el espacio por donde circulan corrientes, energías, es el alma; y la membrana es el cuerpo físico, la corteza.

También en la estructura de un ojo, de un fruto o de un árbol, se aprecian estas tres divisiones: El espíritu, el alma y el cuerpo.

Antes de crecer el “mundo” el Eterno trazó sus límites y ello para que las fuerzas se concentren en el interior de estos limites donde Dios comenzó el trabajo de la creación. El Universo no es infinito, tiene limites. Solamente el Absoluto es ilimitado. Pero el Universo tiene límites, desde el momento en que Dios se manifestó a través de la creación Él se limitó, y el Universo que Él ha creado está limitado en el tiempo y en el espacio. Incluso si hay varios Universos, cada uno está encerrado dentro de límites donde la vida se manifiesta. Un Universo que perdiera sus límites volvería a entrar de nuevo en el Eterno, y todo desaparecería.

Por tanto, es necesario un límite para que los materiales y las energías no se escapen y puedan entrar en construcción y organización de un ser vivo. Si nos fijamos en el huevo, si no estuviera limitado por una cáscara, toda la vida se pierde y allí no habrá jamás un polluelo. Una protección es, por consiguiente, necesaria. Para el huevo es la cáscara; para el árbol es la corteza; para el hombre es el cuerpo físico. Este sirve de envoltura al alma y el espíritu. Como podemos observar todo el Universo prueba la existencia del alma y del espíritu.

(continuará)

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