EVANGELIO DÍA 14 DE FEBRERO




Jesús bajó del cerro con ellos y se detuvo en un llano. Se habían reunido allí muchos de sus seguidores y mucha gente de toda la región de Judea, Jerusalén y de la costa de Tiro y Sidón. Habían venido para oír a Jesús y para que los curase de sus enfermedades. Jesús miró a sus discípulos y les dijo: “Dichosos vosotros los pobres, porque el Reino de Dios os pertenece. Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis satisfecho. Dichosos los que ahora lloráis porque después reiréis. Dichosos vosotros cuando la gente os odie, cuando os expulsen, insulten y cuando desprecien vuestro nombre como cosa mala, por causa del Hijo del Hombre. Alegraos mucho, llenaos de gozo en aquel día, porque recibiréis un gran premio en el cielo, pues también trataron así sus antepasados a los Profetas. Pero, ¡ay de vosotros los ricos, porque ya habéis tenido vuestra alegría!. ¡Ay de vosotros los que ahora estáis satisfechos, porque tendréis hambre!. ¡Ay de vosotros los que ahora reís, porque vais a llorar de tristeza!. ¡Ay de vosotros cuando todos os alaben, porque así hacían los antepasados de esta gente con los falsos Profetas!”.
(Lucas 6, 17-20-26)

MEDITACIÓN

El mundo cambia, porque nosotros cambiamos. La vida es mejor para todos cuando vivimos santamente. La presencia de Dios en los demás, depende de la presencia de Dios en nosotros.

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