EVANGELIO DÍA 13 DE ABRIL



Jesús dijo a los judíos que habían creído en Él: “Si os mantenéis fieles a Mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos, conoceréis la Verdad, y la Verdad os hará libres”. Ellos le contestaron: “Nosotros somos descendientes de Abraham y nunca fuimos esclavos de nadie. ¿Cómo dices Tú que seremos libres?”. Jesús les dijo: “Os aseguro que todos los que pecan son esclavos del pecado. Un esclavo no pertenece para siempre a la familia, pero un hijo si pertenece a ella para siempre. Así que, si el Hijo os hace libres, seréis verdaderamente libres. Ya sé que sois descendientes de Abraham, pero queréis matarme porque no aceptáis Mi palabra. Yo hablo de lo que el Padre me ha mostrado y vosotros hacéis lo que vuestro padre os ha dicho”. Dijeron ellos: “Nuestro padre es Abraham”. Pero Jesús les respondió: “Si de veras fuerais hijos de Abraham, haríais lo que él hizo. Pero a Mi, que os digo la Verdad que Dios me ha enseñado, queréis matarme. ¡Y eso nunca lo hizo Abraham!. Vosotros hacéis lo mismo que vuestro Padre”. Dijeron: “¡Nosotros no somos unos bastardos!, nuestro único padre es Dios”. Jesús les contestó: “Si Dios fuese de veras vuestro Padre, me amaríais, porque Yo, que estoy aquí, vengo de Dios. No he venido por mi propia cuenta, sino que Dios me ha enviado”.
(Juan 8, 31-42)

MEDITACIÓN

Al reconocer y aceptar mi verdad, por más que duela, me siento más libre, porque no tengo nada que defender u ocultar ante mi ni ante nadie. Por el contrario, cuando albergo mentiras, tengo que protegerlas y gasto mucha energía. Cuando me siento hijo tuyo, Padre mío, he crecido en libertad, vivir en la Verdad sin miedos, sin necesidad de aparentar y sin temor a que me dejes de amar. Pero también he aprendido que me pides que no pacte con engaños y falsedad, que me hacen esclavos y quitan anchura a mi corazón. ¡Gracias Jesús, por liberarme!.

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