QUÉ ES...: EL PADRE NUESTRO (XI)



Reflexiones sobre: Venga a nosotros Tu Reino.







Esta petición, es una fuerte llamada a la conversión personal y comunitaria. Se ha cumplido el tiempo, y se acerca el Reino de Dios. Si queremos que Dios reine en nosotros y en el mundo, de ningún modo debe reinar el pecado en nuestro cuerpo.



Fruto de esta petición, es la vida nueva, según las Bienaventuranzas: Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Hemos nacido de nuevo, somos como niños, ya que de ellos es el Reino de los Cielos. Nuestra vida será el traducir en obras la plegaria, porque no todo el que dice “¡Señor, Señor!”, entrará en el Reino, sino el que hace la voluntad del Padre.



Esta petición, centra toda la vida del creyente, es la tarea del Reino. En el corazón de esa súplica, escuchamos la invitación de Jesús: “Buscad primero el Reino de Dios y Su Justicia, y todo lo demás se os dará por añadidura". El Reino no se identifica sin más con la Iglesia, aunque ella debería ser la tierra de él. Las parábolas del Reino, marcan la pauta para ser y estar en el mundo, buscando el Reino de Dios. Y es signo e instrumento del Reino, cuando se contribuye a difundir el reino de la Justicia y el Amor.



El cristiano, va clarificando las implicaciones de su compromiso en el mundo y su entrega al Reino, ya que éste tiende a transformar las relaciones humanas y se realiza progresivamente en el hombre, a medida que ésta aprende a amar a los demás, a perdonar y a servir al prójimo, su hermano.

(continuará)

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