30may2009

EVANGELIO DÍA 30 DE MAYO





Pedro volviéndose, vio que los seguía el discípulo al que Jesús tanto amaba, el mismo que en la cena se había apoyado en Su pecho y le había preguntado: “Señor, ¿quién es el que te va a entregar?”. Al verlo Pedro dice a Jesús: “Señor y éste ¿qué?”. Jesús le contesta: “Si quiero que se quede hasta que Yo venga, ¿a ti qué?. Tú sigueme”. Entonces se empezó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo no moriría. Pero no le dijo Jesús que no moriría sino: “Si quiero que se quede hasta que Yo venga, ¿a ti qué?”. Éste es el discípulo que da testimonio de todo esto y lo ha escrito y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero. Muchas cosas más hizo Jesús. Si se escribieran una por una, no cabrían ni en todo el mundo”.
(Juan 21, 20-25)

Meditación

Señor, por encima de todas las palabras que pone ante mi el Evangelio de hoy, hay dos que nunca deberé olvidar: Tú, sígueme. Lo quiero con toda mi alma, porque se que eres el único a quien se puede seguir a ciegas confiado en tu amor.



© Todos los derechos reservados. Orden del Temple, 2.009