Jesús, levantándo los ojos hacia sus discípulos, les dijo: "Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios; bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados; bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis; bienaventurados vosotros cuando os odien los hombres y os excluyan y os insulten y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del Hombre. Alegráos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los peofetas. Pero ¡ay de vosotros los ricos!, porque ya tenéis vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros los que ahora estáis saciados!, porque tendréis hambre; ¡ay de vosotros los que reís!, porque haréis duelo y lloraréis. ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros!. Eso es lo que hacían vuestros padres con los falsos profetas".
(Lucas 6, 2-26)
MEDITACIÓN
Señor, en el día que se celebra el nombre de tu Madre, ¿pensabas en Ella cuando proclamabas las Bienaventuranzas?. Porque son vuestro vivo retrato. Enséñame a amar a María como tú la amaste y que mis últimas palabras sean las de tu nombre y el de Ella.
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