EL ESPIRITU SANTO Y COMO ACTUA EN LOS DISCIPULOS DEL CRISTO, AMAZONAS Y CABALLEROS TEMPLARIOS.




Autora: Soror S.G.+ 

Varias funciones desempeña el Espíritu Santo de Dios, una de las principales tiene que ver con informar, iluminar y revelar lo que Yahvé desea a sus hijos.

Así encontramos en las Santas Escrituras como David  le oró en Salmos 143.10, solicitándole humildemente: “Enséñame Tu voluntad, porque Tú eres mi Dios”, y otro ejemplo lo encontramos en Génesis 41-16 cuando dice José: “Yo no soy nada, es Dios quien dará al Faraón una respuesta favorable”, afirmando que todo poder viene del Altísimo.

Este Poder iluminador del Espíritu es particularmente notable en la PROFECIA.

La profecía no proviene de la interpretación humana o de circunstancias o sucesos, sino que  hombres, a lo largo de la historia, fueron llevados por el Espíritu Santo, es decir, movidos y guiados por la Fuerza activa de Dios, para cumplir determinadas misiones en el tiempo en el que vivieron.

La misión principal del Espíritu Santo y de estos hombres, humildes y piadosos, fue proclamar la infinita Misericordia del Dios Altísimo, que a pesar de ser traicionado por Su pueblo, una y otra vez, en la Ley del Amor, enviaba a estos hombres a anunciar EL ARREPENTIMIENTO DE LOS PECADOS Y LA RECONCILIACION CON DIOS, denunciaban con valentía LA CORRUPCION de los gobernantes y sacerdotes que guiaban al pueblo hacia el pecado y con ello a la muerte segura y lejos de la protección de Dios, siempre con el riesgo de perder sus propias vidas. Anunciando el Plan Divino de Redención y la llegada del Mesías.

VUELVANSE PUEBLO MÍO A LA LEY DEL AMOR, PARA QUE YO LOS SANE Y LOS BENDIGA, Y LES DE LA TIERRA QUE MANA LECHE Y MIEL.

En todos estos hombres, EL ESPIRITU DE DIOS, fue el que actuó.

Así encontramos en Pedro 1, 9-12, que El Espíritu de Cristo que estaba en ellos, les dio a conocer de antemano lo que Cristo tenía que sufrir y la gloria que iba a alcanzar. Ellos, los profetas, se esforzaron por investigar cuando y como se iba a realizar eso y Dios les hizo saber que lo que ellos anunciaban no era para ellos sino para nosotros.

El Espíritu actuaba de distintas maneras al comunicarse con estos hombres y guiarlos, en algunos casos, por medio de visiones o sueños, en otras mediante Su voz, pero siempre influyendo en su mente y corazón para impulsarlos y guiarlos, según el propósito de Dios.

Así encontramos en Apocalipsis 1, 10-11, que Juan explica: “Caí en éxtasis el día del Señor y oí detrás de mi una voz potente como de trompeta que decía: Lo que ves escríbelo en un libro y mándaselo a las siete iglesias: A Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea.

En Isaías 6-6. Encontramos la comisión de Dios sobre Isaías cuando dice: “Entonces voló hacia mi uno de los Serafines llevando un carbón encendido que había tomado del altar con unas tenazas. Toco con él mi boca y dijo: Mira, esto ha tocado tus labios, tu maldad queda borrada, tu pecado esta perdonado, y dijo el Señor, ¿A quién enviare?, ¿Quien irá por nosotros?. Y  yo respondí aquí estoy, mándame a mi".

En Samuel 1, 3-19, se recoge la comisión de Samuel y que este fue elegido como vocero del Altísimo y se dice:  “Creció y el Señor estaba con él, no dejo de cumplirse ni una sola de sus palabras”. Todo Israel supo que Samuel estaba acreditado como profeta del Señor. El Señor continuo manifestándose en Silo, donde se revelaba a Samuel.

(continuará)

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