MONASTERIO DE EL ESCORIAL (Primera Parte) (XI)

La Biblioteca

La Biblioteca, es una de las grandes riquezas que contiene El Escorial. Felipe II, al crearla e instalarla, extremó su magnificencia en el montaje, contenido y dotación para su mantenimiento. Sus libros propios, 4.000, que hizo traer de diferentes lugares, como la Capilla Real de Granada, colecciones adquiridas a eruditos y privilegios especiales, hicieron pronto de esta Biblioteca una de las más importantes de Europa.

Además de los 4.000 libros propios del rey, que fueron entregados como primer lote en 1.565, hay que indicar los del embajador de Italia, D. Diego  Hurtado de Mendoza que aportó una espléndida colección de libros italianos, manuscritos e incunables raros, encuadernados con los colores del poseedor, rojo y negro, uno en cada cubierta rayados verticalmente en oro, con un medallón dorado en relieve. De la Capilla Real de Granada, se trajeron 133 volúmenes, muchos de ellos procedentes de la Cámara Regia de los reyes de Castilla, libros de Alfonso X el Sabio y libros de horas donados por Isabel la Católica. Del Obispo de Plasencia fueron 94; 232 del historiador de Aragón  Jerónimo de Zurita; 87 del doctor Páez de Castro; 293 procedentes de Mallorca, Barcelona y Monasterios de Murta y Poblet; la mayoría de las obras de Raimundo Rull; del Prior de Roncesvalles 31. Libros prohibidos por la Inquisición, pasaron al Escorial 139, y muchos más por no hacer la lista interminable.

Pasaban de 10.000 los volúmenes de todas estas entregas y fueron colocados provisionalmente en la sala que después fue dormitorio de novicios. Allí los ordenó y clasificó Arias Montano, ayudado por Fr. Juan y el Padre José Sigüenza, que luego se quedó de bibliotecario. Por mandato del rey, en 1.577 se trasladaron a la llamada ahora Biblioteca alta, mientras terminaban las magníficas salas donde quedarían definitivamente colocados.

A la época de Felipe III, corresponden importantes ingresos que fueron la librería del bibliófilo, escritor y político D. Alonso Ramírez de Prado en 1.606, que se incrementaron en 1.614 con 4.000 manuscritos árabes selectos, que componían la Biblioteca de Muley Zidán, Sultán de Marruecos, al ser apresadas las dos naves que transportaban sus riquezas por Pedro de Lara, capitán de las galeras de España en el Mediterráneo.
                                         
También ingresaron en su  mayor parte, los libros del Conde-Duque de Olivares en la época de Felipe IV. Conocía Felipe II, que estos centros necesitan de una renta fija para sostenerse y aumentarse y así lo determinó en 1.573, rentas que fueron aumentadas por sus sucesores y que ascendieron en la época de Felipe IV en 2.000 ducados. Con tanta protección y elementos, la Biblioteca del Escorial, debía ser la primera de Europa, no sólo en el número de libros, sino también en su elección y méritos.

Pero no fue así, porque muchas veces las rentas solían aplicarse a otros asuntos que a la Biblioteca y perjudicaron a los libros y a su riqueza. También fueron mermando sus colecciones, primero por un terrible incendio en 1.671 que destruyó más de 4.000 manuscritos y muchos impresos, y también los sustraídos con la invasión napoleónica. Hoy día, se conservan en la Biblioteca unos 40.000 impresos; 2.000 manuscritos árabes; más de 2.000 latinos y en otras lenguas; 580 griegos y 72 hebreos. A pesar de ls pérdida sufridas, su conjunto es de un valor incalculable y una de las más apreciadas colecciones mundiales.

Biblioteca


(Continuará)

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