EVANGELIO DÍA 28 DE ABRIL



Muchos iscípulos de Jesús, al oírlo, dijeron: "Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?". Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo: "¿Esto os hace vacilar?, ¿y si viérais al Hijo del Hombre subir a donde estaba antes?. El Espíritu es quien da vida, la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho, son Espíritu y Vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen". Pues Jesús sabía desde el principio quienes no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo : "Por eso os he dicho que nadie piede venir a Mi, si el Padre no se lo concede". Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con Él. Entonces Jesús les dijo a los Doce: "¿También vosotros queréis marcharon?". Simón Pedro le contestó: "Señor, ¿a quién vamos a acudir?. Tú tienes palabras de vida eterna, nosotros creemos y sabemos que Tú eres el Santo consagrado por Dios".
(Juan 6, 60-69)

MEDITACIÓN

El hombre tiene en su mano su propio destino y es libre de rehusar el don de Dios. La  Palabra de Jesús induce siempre a una opción, a favor o en sentido contrario. Ni siquiera los signos obrados por Él son suficientes para hacer germinar una fe adulta. Los oyentes de Cafarnaún, exigían otras señales, negándose a aceptar las afirmaciones duras del Maestro e interpretan la entrega de Jesús y el anuncio de Su muerte, como una debilidd y fracaso de Su mensaje. ¿Así iba a ser el esperado Mesías?..., no valía la pena seguirle, y sólo Pedro, impulsado por el Espíritu, sabe responder positivamente y para él no hay otro horizonte que Jesús.

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