EVANGELIO DÍA 4 DE MAYO



En aquel tiempo, dijo Jesús: “Os dejo la Paz. Mi Paz os dejo y no como la dan los que son del mundo. No os angustiéis ni tengáis miedo. Ya me oísteis decir que me voy y que vendré a estar otra vez con vosotros. Si de veras me amaseis, os habríais alegrado al saber que voy al Padre, porque Él es más que Yo. Os digo esto de antemano, para que cuando suceda, creáis. Ya no hablaré mucho con vosotros, porque viene el que manda en este mundo. Él no tiene ningún poder sobre mi, pero así ha de ser, para que el mundo sepa que Yo amo al Padre y que hago lo que Él me ha encargado”.



(Juan 14, 27-31)







MEDITACIÓN







La Paz que Jesús nos da, es la serenidad que surge de la confianza. Saber que vivimos en el seno de Dios y que Él camina con nosotros, hace que la vida sea a la vez, bendición y belleza, sea cual sea el destino que la vida nos depare.



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