EVANGELIO DÍA 12 DE SEPTIEMBRE



Todos los que cobraban impuestos para Roma y otras gentes de mala fama, se acercaban a escuchar a Jesús. Y los fariseos y los maestros de la Ley le criticaban diciendo: “Éste recibe a los pecadores y come con ellos”. Entonces Jesús les contó esta parábola: “¿Quién de vosotros si tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las otras noventa y nueve en el campo y a en busca de la oveja perdida, hasta encontrarla?. Y cuando la encuentra la pone contento sobre sus hombros y al llegar a casa junta a sus amigos y vecinos y les dice: ¡Felicitadme, porque ya he encontrado la oveja que se me había perdido!”. Os digo que hay también más alegría en el cielo por un pecador que se convierte, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse. O bien, ¿qué mujer que tiene diez monedas y pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado hasta encontrarla?. Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas y les dice: ¡Felicitadme, porque ya he encontrado la moneda que se me había perdido!. Os digo que así hay también alegría en los ángeles de Dios por un pecador que se convierte.

(Lucas 15, 1-32)



MEDITACIÓN



Existen barreras sociales dentro de nuestros corazones y hay personas con las que no deseamos ser vistos y grupos a los que no queremos apoyar. Trascender estas barreras, sin embargo, nos hace salir de nosotros mismos y nos da un enorme corazón. Oremos hoy, por aquellos que por distintas razones se ven discriminados de nuestro mundo y en nuestra sociedad y que nosotros no nos olvidemos nunca de tenderles una mano.



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