EVANGELIO DÍA 10 DE SEPTIEMBRE



Un sábado, entró Jesús en la Sinagoga a enseñar. Había allí un hombre que tenía parálisis en el brazo derecho. Los escribas y los fariseos, estaban al acecho para ver si curaba en sábado y encontrar de qué acusarlo. Pero Él, sabiendo lo que pensaban, dijo al hombre del brazo paralítico: "Levántate y ponte ahí en medio". Él se levantó y se quedó en pie. Jesús les dijo: "Os voy a hacer una pregunta. ¿Qué está permitido en sábado, hacer el bien o el mal, salvar a uno o dejarlo morir?". Y echando en torno una mirada a todos, le dijo al hombre: "Extiende el brazo". Él lo hizo y su brazo quedó restablecido. Ellos se pusieron furiosos y discutían que había que hacer con Jesús.
(Lucas 6, 6-11)

MEDITACIÓN

Es absurdo anteponer la Ley del descanso sabático al amor, que es la síntesis de la Ley y está por encima de ella. Todos los días y todas las horas, son del Señor el tiempo para hacer el bien.

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