EVANGELIO DÍA 7 DE OCTUBRE



Se acercaron unos fariseos a Jesús y le preguntaron para ponerlo a prueba:" ¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?". Él les replicó: "¿Qué os ha mandado Moisés?". Contestaron: "Moisés permitiío divorciarse dándole a la mujer acta de repudio". Jesús les dijo: "Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la Creación Dios los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos un sola carne. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre". En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: "Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con  otro, comete adulterio". Le acerccaban niños para que los tocara, pero los discípulos le regañaban. Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: "Dejad que los niños se acerquen a Mi, no se lo impidáis, de los que son como ellos, es el Reino de los Cielos. Os aseguro, que el que no acepte el Reino de Dios como un niño, no estará en él". Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos.
(Marcos 10, 2-16).

MEDITACIÓN

Seór, que falta hace tu poderosa Palabra en estos tiempos del menosprecio del matrimonio, incluso entre los que se llaman cristianos. Haz viva tu presencia en estos momentos de crisis, que no haya discusiones e infidelidades en el hogar, y que Tú les der fuerzas para apoyarse mutuamente.

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