Autora: Hna. M.C .+
Que tan difícil se hace hacer lo que corresponde, cuando a nuestro alrededor, hay abuso, incomprensión, falta de consideraciones, ¿es que acaso en estos momentos nos llenamos de sentimientos negativos que no somos capaces de controlar?.
Es en estas situaciones que debemos girar nuestra mirada hacia nuestro Cristo, el Ser que obrando en nuestro corazón, nos va a dar la fortaleza necesaria, y la sabiduría suficiente, para saber soportar aquello que a nuestro entender es inentendible, y encontrar una luz Divina para darnos cuenta donde está la solución, sin lastimarnos y menos reclamar a nuestro Padre, de como Él con Su Divinidad permite pasar estas situaciones, siendo su hijo.
Esta reflexión la hago a propósito del tema publicado en la plataforma de la Orden del Temple “Estas pasando por un mal momento”, cuyo contenido impacto en mi ser, pues precisamente presenta hechos que no alcanza a entender el pensamiento humano en un determinado momento, es así que el personaje de la referida publicación, se confunde, se enoja, y cuestiona Dios, sin embargo aquellas situaciones vividas, devienen en pequeñitas, ante la grandiosidad de la respuesta Divina, esto es su rescate en la isla en el que estaba perdido.
El impacto que ha tenido en nuestro ser, esta historia, nos permite recordar, -como en aquellos dichos populares-, que Dios escribe derecho en líneas torcidas, pero que a pesar de ello, es la fé la que siempre nos va a mantener firmes en nuestros propósitos, y si ello es lo que en efecto nos corresponde, finalmente Dios nos lo dará, obteniéndote aquello que anhelamos.
De estas cuasi reflexiones, me permito dar cuenta que soy un testigo del impacto que tiene en nuestra vida, aquellas historia escritas por otros hermanos templarios, cuya finalidad también es ser testimonio del efecto que Dios tiene sobre nosotros.
De allí, que considero que toda historia, representa parte de la vida, y que contadas con visión Templaria, viene a constituir un alimento para nuestras almas, pues finalmente nos permite no solo reflexionar, sino también valorar lo que la vida nos está dando día a día, que finalmente viene a ser sabiduría Divina, para tomar decisiones, correctas, oportunas y debidas en nuestro quehacer diario.
Non nobis
