EVANGELIO DÍA 29 DE ABRIL



Dijo Jesús: "Yo Soy el Buen Pastor. El Buen Pastor, da la vida por las ovejas; el asalariado que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona a las ovejas y huye, y el lobo hace estragos y las dispersa, y es que a un asalariado, no le importan las ovejas. Yo Soy el Buen Pastor que conoce a las mías y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce y Yo conozco al Padre; Yo doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a éstas las tengo que traer y escucharán mi voz y habrá un solo rebaño, un solo Pastor. Por eso me ama el Padre, porque Yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que la entrego Yo libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla. Este mandato he recibido de mi Padre".
(Juan 10, 11-18)

MEDITACIÓN

Este pasaje, aparentemente bucólico, se da en un momento dramático del ministerio público en Jerusalén: Jesús responde a quienes habían expulsado de la Sinagoga al ciego de nacimiento curado por Él, enseñando que sólo quien le da su adhesión como al enviado del Padre, entra en la nueva comunidad mesiánica, guiada por Él a los pastos celestes. Jesús se presenta así, frente a la figura negativa del mercenario, como el pastor modelo, con la característica de dar la vida por las ovejas, para que éstas la tengsn en abundancia. Cristo, se ofrece con absoluta libertad por la salvación del mundo e instaura con los suyos una nueva relación de conocimiento íntimo y recíproco intercambio de amor.

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