EVANGELIO DÍA 24 DE ENERO




En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu y Su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las Sinagogas y todos le alababan. Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la Sinagoga, como era Su costumbre los sábados y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del Profeta Isaías y desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: “El Espíritu del Señor está sobre mi, porque Él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad y a los ciegos, la vista. Para dar libertad a los oprimidos, para anunciar el año de gracia del Señor”. Y enrollando el libro, lo devolvió al que ayudaba y se sentó. Toda la Sinagoga tenía los ojos puestos en Él, y Él se puso a decirles: “Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír”.
(Lucas 4, 14-21)

MEDITACIÓN

Señor, permíteme ser mensajero de Tu Amor, para ser digno de anunciar Tu Palabra, y que haga comprender a mis hermanos del mundo, que ha llegado el tiempo de saber, que sólo en Ti está la libertad.

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