EVANGELIO DIA 2 DE JUNIO



Entonces algunos saduceos acudieron a ver a Jesús. Los caduceos niegan la resurrección de los muertos y por eso le plantearon este caso: “Maestro, Moisés nos dejó escrito que si un hombre casado muere sin haber tenido un hijo con su mujer, el hermano del difunto deberá tomar por esposa a la viuda para dar hijos al hermano que murió. Pues bien, había una vez siete hermanos, el primero de los cuales se casó, pero murió sin dejar hijos. Entonces el segundo se casó con la viuda, pero él también murió sin dejar hijos. Lo mismo le pasó al tercero y así hasta los siete, ninguno de los cuales dejó hijos. Finalmente, murió también la mujer. Pues bien, en la resurrección, cuando resuciten, ¿cuál de ellos la tendrá por esposa, si los siete estuvieron casados con ella?”. Jesús les contestó: “Estáis equivocados porque no conocéis las Escrituras ni el poder de Dios. Cuando los muertos resuciten, los hombres y las mujeres no se casarán, sino que serán como los ángeles que están en el cielo. Y en cuanto a que los muertos resuciten ¿no habéis leído en el libro de Moisés el pasaje de la zarza ardiendo, cuando Dios dijo a Moisés: Yo Soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob?. ¡Y Dios no es un Dios de muertos, sino de vivos!. Así que estáis muy equivocados”.



(Marcos 12, 18-27)







MEDITACIÓN







Hacer de nuestras preferencias o de nuestros modelos culturales el equivalente moral de la Ley de Dios, es distorsionar la verdadera finalidad de la Ley. Peor aún, es falsear la verdadera imagen de Dios.



© Todos los derechos reservados. Orden del Temple, 2.010