EVANGELIO DÍA 23 DE MARZO




Jesús les volvió a decir: “Yo me voy y vosotros me buscaréis, pero moriréis en vuestro pecado. Adonde Yo voy, vosotros no podéis ir”. Los judíos decían: “¿Acaso estará pensando en matarse y por eso dice que no podemos ir adonde Él va?”. Jesús añadió: “”Vosotros sois de aquí abajo, pero Yo Soy de arriba. Vosotros sois de este mundo. Por eso os he dicho que moriréis en vuestros pecados, porque si no creéis que Yo Soy, moriréis en vuestros pecados”. Entonces le preguntaron: “¿Quién eres tú?”. Jesús les respondió: “En primer lugar, ¿por qué he de hablar con vosotros, pero el que me ha enviado dice la verdad y lo que Yo digo al mundo es lo mismo que le he oído decir a Él”. Pero ellos no entendieron que les hablaba del Padre. Por eso les dijo: “Cuando levantéis en alto al Hijo del Hombre, reconoceréis que Yo Soy y que no hago nada por mi propia cuenta. Solamente digo lo que el Padre me ha enseñado. El que me ha enviado está conmigo, no me ha dejado solo, porque Yo siempre hago lo que le agrada”. Al decir Jesús estas cosas, mucos creyeron en Él.
(Juan 8, 21.30)

MEDITACIÓN

En los trances más amargos de nuestra vida, casi siempre estamos solos, impotentes ante lo que nos ocurre, lo cual es una experiencia angustiosa. Pero eso no es la realidad. El Dios que nos creó, está siempre en nosotros y con nosotros y lo que nos pide, es que le dejemos ser Padre y Dios.

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