UNA DE LAS MISIONES DEL TEMPLE: RESTAURAR VALORES (IV)



Humoriza

El humor, es la Verdad llena de simpatía. Solos los animales carecen de humor y los hombres se diferencias de ellos, entre otras cosas, por su capacidad de reírse sanamente, de los demás y de uno mismo. Sublima tus deficiencias, transformalas positivamente y para ello te ayudará el humor. No te acerques a una cabra por delante, a un caballo por detrás y a un carente de humor por ningún sitio.

Razona

Si no razonas, te arriesgas en convertirte en un potencial agresor. Hay quien espera el redoble del tambor para lanzarse contra el enemigo. No seas como los primates. No olvides que el saber propio de la persona, no es la inteligencia fría, sino el corazón inteligente, pues quien no comprenda una mirada, tampoco comprenderá una larga explicación.
                                        
Vive una vida sana

Descansa. Hay personas que no saben perder el tiempo ellas solas y por eso son el azote de las gentes ocupadas. Nada alivia más las penas que el sol y el aire libre.

Trata de conocerte

En el capitulo 43del Libro de los Ritos se lee: “Cuando se hubo penetrado en la razón de las cosas, la conciencia se desplegó al máximo. Cuando la conciencia se desplegó al máximo, los pensamientos se hicieron sinceros. Cuando los pensamientos se hicieron sinceros, el corazón se hizo recto. Cuando el corazón se hizo recto, cada uno se perfeccionó a sí mismo. Cuando cada uno se perfeccionó a sí mismo, el orden comenzó a reinar en la familia. Cuando el orden comenzó a reinar en la familia, el Estado fue bien gobernado. Cuando el Estado fue bien gobernado, la paz se extendió por todo el Universo”. Desde el hombre más noble al más humilde, todos tienen el deber de mejorar y corregir su propio ser, ya que el perfeccionamiento de uno mismo, es la base de todo progreso y desarrollo moral. Desciende por tanto a las profundidades de tu propio ser, porque entonces podrás corregirte y ayudar a los demás sin echar, como suele ocurrir, de echar la culpa de tu cojera al empedrado. Conócete a ti mismo si quieres conocer a los demás, porque todos los demás viven en ti, y quien sabe de sí mismo, sabe de todos

Contempla

Saber es poder finalmente, dominar autodominándose y en eso tiene mucho que enseñarnos la sabiduría oriental. El misterio no se alcanza con palabras ni con razonamientos, sino mediante la contemplación. Se cuenta una anécdota, de que un ejército irrumpió en una ciudad cercana a un templo budista zen y todos los monjes huyeron excepto el abad. El general, se quedó atónito al ver que no caía de hinojos a sus pies y le gritó: ¿No sabes que estás viendo a un hombre capaz de atravesarte con su espada sin un parpadeo?. Y tú, le replicó el abad, ¿no sabes que estás viendo a un hombre que puede ser traspasado por una espada sin un parpadeo?. El general quedó desconcertado y pasado un momento, le hizo una reverencia y se marchó.
  
Resumen: Querer saber, para saber querer

Según grandes santos y filósofos, la bondad se aprende, y una vez bien aprendida, no cabe portarse mal. El Maestro dijo: “Si nuestras palabras son sinceras y se hallan conformes con la recta razón, cuantos nos escuchen modificarán su conducta y entrarán en el camino de la virtud. Si nuestra  conversación es agradable y persuasiva, induciremos a todos los hombres a buscar la Verdad.” De ahí, la importancia de la educación. Reflexiona pues, a qué sabe lo que sabes. Aunque la respuesta no resulte fácil, verás que sin saber cómo, ya estás empezando a saber.

(continuará)

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